Hoy, sentada frente a mi notebook, en mi casa, participé del III Encuentro Iberoamericano de Innovación, Investigación y Buenas Prácticas Educativas (EIBPE 2016) realizado en las instalaciones de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Autónoma de México (FES, ZARAGOZA, UNAM)
Lo hice a través del sistema BLACKBOARD COLLABORATE, ingresando a las aulas virtuales de la UNAM, en su plataforma.
Enseño
a mis alumnos que tanto la pintura, la escultura y todos las demás expresiones
artísticas pueden ser consideradas como lenguajes, porque son fenómenos
comunicativos y de transmisión de significados. Son lenguajes singulares,
distintos del lenguaje verbal cotidiano. Los modos de expresión de las artes no
tienen las mismas normas y la estructura constantes que tiene el lenguaje
verbal. Los lenguajes artísticos constituyen un “sistema” específico coherente,
que se vale de códigos que se renuevan continuamente. Esta reformulación
constante es una particularidad de las artes. Es necesario diferenciar los
distintos lenguajes artísticos entre sí, ya que cada uno tiene medios
(procedimientos, técnicas, métodos, materiales) que le son propios y que permiten
diferentes posibilidades expresivas. Cada lenguaje artístico tiene una lógica
estructural particular que lo distingue de los otros.
Por
eso coincido con Inés Dussel: “Hay un valor pedagógico en la imagen porque nos
enseña cosas, nos transmite algo, fija una memoria y estructura una referencia
común”.
Sin
pretender entrar en la discusión de que el cine es o no un arte, yo como
docente de 32 años de antigüedad, sí lo considero un arte que pretendo
compartir con mis alumnos, igual que las pinturas.
He
trabajado en el aula, la relación cine y literatura. He trabajado y aún
trabajo, la pintura como expresión artística que debemos enseñar a mirar, igual
que el cine. La fotografía como forma personal de mirar y ver el mundo.
Yo
pretendo compartir con colegas la
necesidad de transmitir otros lenguajes a los estudiantes, que tal vez, si no
estuviera la escuela, no lo considerarían importante. Y lo hago a través de la
experiencia en el aula como Profesora, en la escuela, como Directora, creando
redes interinstitucionales, como Supervisora.
Dado
que me interesa que la escuela enseñe a mirar
una imagen y adolescentes
aprendan a “ver otras cosas y de otras maneras”, desde las diferentes
disciplinas, interdisciplinariamente, Formación Ética y Ciudadana e Historia y
Lengua, les proyecto la película “La
sonrisa de la Mona Lisa” de Mike Newell-2003,
porque la profesora Katherine Watson a través de las estrategias que
utiliza para enseñar, intenta que las
jóvenes aprendan a ver, a leer “el mundo” desde diferentes variables, con el
fin de que piensen por sí mismas. Por supuesto que muchas son las películas que
proyecto para ayudarlos a interpretar la historia, la realidad que los rodea… En
los primeros años, los films están relacionados con la amistad, la solidaridad,
el amor, el trabajo, la lucha por los Derechos Humanos. En el ciclo superior,
están más identificados con la historia y el contexto actual, que les toca vivir.
Y
en ese enseñar a leer el mundo, más la crítica constante hacia los jóvenes
porque ya no leen, selecciono dos pinturas que considero transmiten lo que pienso respecto de los
cambios culturales, que intento enseñarles a ver. Estas obras, “Joven mujer
leyendo una carta” de Jean Raoux, siglo XVIII, y “Mujer leyendo” de Pablo
Picasso, 1932, que permiten advertir que el concepto de arte varía de una época
a otra y su definición está condicionada por variables sociales y culturales. A
pesar de que el tema es el mismo, una mujer leyendo, el tratamiento que hace
Picasso del asunto representado es muy distinto al de Jean Raoux. La obra del
siglo XVIII hace una observación fiel y pormenorizada de lo representado,
tratando de captar las diferentes texturas de telas, piel, cabello, papel,
etcétera. La obra de Picasso, tanto las formas como el color no intentan ser
fieles a la realidad representada. A pesar de ello, nadie dudaría que esta obra
de Picasso posea calidad plástica. Sin embargo en la época de Raoux habría sido
difícil de comprenderla. Estos cambios en la concepción de lo artístico, lo
relaciono con los cambios en los modos de leer de los adolescentes y jóvenes, en la forma de
motivar la lectura, en el deseo de leer “otros textos…”.
Las
otras pinturas que me parecen muy necesarias para introducir en la escuela, es
la obra completa de Antonio Berni. Sus
pinturas las hago ingresar al aula desde diferentes modos, igual que los
documentales representados sobre Juanito Laguna. Igual que el “Guernica” de Pablo Picasso y “El café de noche”, “El
dormitorio en Arlés”, “Girasoles”, más algunos documentales representados de Vincent Van Gogh.
Como
Directora y en el rol de Supervisora de escuelas secundarias, fomento la
introducción del arte en la escuela.
Este
principio de ciclo lectivo, motivé y acompañé a una Directora a organizar un
inicio de clases diferente… que sorprendiera a los adolescentes con otra
actividad… Convocamos a los padres de los alumnos a asistir a esa jornada a la
que llamamos:
“Café escuela”
Las
aulas estaban organizadas en mesas para sentarse a tomar un café entre
padres, adolescentes y alumnos. Se
tomaba un café mientras se discutía sobre temas disparadores, acerca de la
escuela que queremos… En las galerías, pusimos pinturas de Antonio Berni, y de
Molina Campos. Tanto alumnos como padres, se acercaron a mirar… Luego, durante
la semana, se trabajó con los alumnos sobre ellas porque formó parte de un
proyecto Multidisciplinar que hicimos
con la Profesora de Lenguajes Artísticos,
en el que trabajamos la “mirada”, y el enseñar a “mirar”.
Mirar
es sinónimo de implicarse…
El
objetivo fue que en cada actividad que hiciera la escuela, se expusieran obras
de diferentes pintores.
A
esto debo agregarle que como Directora durante 23 años, estimulé a la Profesora
de Lengua y Literatura para que ininterrumpidamente presentara obras de teatro
con los alumnos que se sintieran motivados para hacerlo, frente a 200 personas.
El teatro es la rama del arte relacionada con
la actuación, que representa historias actuadas usando una combinación de
discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Entre tantas
otras obras, representaron:
--“M´hijo el dotor” de Florencio Sánchez
(1992)
--“Marianela” de Benito Pérez Galdós (1993)
--“Yerma” de Federico García Lorca
--“La Tercera Palabra” de Alejando Casona
--“La casa de Bernarda Alba” de Federico
García Lorca (2010)
--“La Divina Comedia” de Dante Alighieri
(2015)
Para
finalizar esta síntesis, ratifico que cuando el arte entra en la escuela,
ayudamos a los niños, adolescentes y jóvenes, a ver otros mundos…