Construyendo una red de caminos para la mejora escolar - desde la Supervisión

Construyendo una red de caminos para la mejora escolar - desde la Supervisión

Este es el Título que le escribí a mi ponencia en el V Congreso Internacional de Innovación Educativa, que se hizo en Monterrey, México, del 10 al 12 de diciembre pasado.

Construir una red de caminos entre escuelas secundarias es una estrategia posible para compartir proyectos, experiencias y conocimiento, destinados a mejorar las propuestas educativas. Participar en la red significa para cada escuela, un sentido particular, pero en todos los casos constituye un aporte enriquecedor. El agrupamiento de 30 escuelas secundarias promovido desde la Supervisión, surge con el propósito de abordar colaborativamente temas y problemas recurrentes en las escuelas.

Esta articulación horizontal, inter-institucional, comenzó en marzo de 2012 con 28 escuelas y se concretó durante cuatro años consecutivos. Luego, cuando cambié de región, en mi trabajo, lo implementé a partir de marzo de 2017, y fue abriendo nuevos caminos, luego de cada resultado parcial y positivo, que producía. Por ello se habla de red. 

La calidad educativa, la inclusión socio-educativa y la escuela como institución social, son los tres ejes que sostiene la política educativa de la Provincia de Santa Fe, Argentina. Esto invita a pensar la escuela en un sentido amplio, inserta en un contexto situado específico que la interpela con sus problemáticas y realidades. Se espera una escuela abierta a la comunidad, que se relacione con otras organizaciones, articuladamente, a través de redes inter-institucionales.

Ante una escuela secundaria fragmentada por los tiempos, espacios y agrupamientos, se plantea un cambio de paradigma en los formatos de enseñanza, en la distribución de los espacios y el ambiente de aprendizaje. La escuela entendida como institución social, debe re-estructurarse en su interior, y especialmente en el aula, con el fin de trabajar con otro/s colaborativamente y desde un abordaje inter-disciplinario. Es imperioso poner en práctica el “arte de desaprender” lo aprendido, establecido, instituido del modelo conductivo tradicional. Y, poco a poco, empezar a desandar esquemas de clases estáticas, aburridas, con escuelas cerradas por temor a ser invadidas por el mundo exterior. La sociedad del siglo XXI, demanda un cambio.